Son aproximadamente unas dos millones de razones, cifra que se corresponde con otras tantas millones de mujeres que en todo el Estado español padecen y sufren casi en silencio una enfermedad crónica y por ahora incurable. Hablamos de la endometriosis, una dolorosa inflamación o crecimiento del tejido del endometrio fuera de la cavidad del útero, que en casos muy avanzados pude afectar a otros órganos del cuerpo, como los intestinos o trompas de Falopio. Hasta hace muy poco, era una casi perfecta desconocida y, aunque poco a poco se van conociendo su causa o causas, sigue siendo a día de hoy un enorme reto afrontar su vida diaria para todas aquellas mujeres que la padecen. No solo ya por la incertidumbre que produce un problema de salud de tal magnitud, también por si acabarán quizás algún día con el largo periplo de consultas y diagnósticos médicos y en definitiva de cómo afectara todo esto a su vida diaria, próxima y futura. Ahora más que nunca es necesario que por parte de las autoridades sanitarias, se establezca o restituya en aquellas comunidades que ya existían un plan de prevención y diagnóstico precoz con revisiones ginecológicas periódicas anuales, una herramienta sin duda fundamental para tratar de paliar esta dolorosa enfermedad. Por todo esto, por todas las mujeres que lo padecen y lo padecerán, hay razones muy saludables para que se les escuche y para que se investigue, con la esperanza que algún día no muy lejano, vean con esperanza y optimismo el final de ese periplo.