Están en auge los conciertos multitudinarios. Como en la mayoría de las modas importa más el continente que el contenido; el selfi, la foto colgada, que la propia música. Hace unas semanas unos compañeros fueron a uno de esos megaconciertos. Al preguntarles por los grupos que tocaban reconocieron no saberlo, pero tampoco les importó. Contrasta esta apntomima con la pasión de otros fans que recorren cientos de kilómetros para ver grupos menos famosos, pero cuya música conocen.

Esta moda ha llegado también a las instituciones, por ejemplo al Ayuntamiento de Bilbao, que ha subvencionado con 1,4 millones el BBK Live, a pesar de que la empresa organizadora cambió hace tiempo su naturaleza jurídica a asociación de interés económico para pagar menos impuestos. Esto contrasta con la subvención de 0,2 millones/año al Bilbao Basket que promociona el nombre de nuestra ciudad por todo el país durante prácticamente todo el año.