Hoy, viernes 26, algunos estaremos en Gernika para recordar y rendir homenaje a las víctimas.

Han pasado 82 años y y los Gobiernos de la democracia española aún no han reconocido el daño causado ni han pedido perdón por la autoría de aquel atroz acto terrorista contra la población civil. Curiosamente estos días nos encontramos en plena campaña electoral y todos los políticos que aspiran a la Presidencia del Gobierno han paseado por nuestras calles prometiendo cosas (algunos incluso proponiendo la eliminación de nuestro Concierto Económico).

Hasta hoy ninguno de los futuribles ha incluido entre sus promesas que: “El Gobierno del Estado reconocerá oficialmente la responsabilidad de lo que realmente pasó en Gernika y solicitará el perdón de las víctimas”.

En muchas familias, como en la mía, aún quedan personas que pueden contar lo sucedido. Para ellas este reconocimiento les causaría una gran satisfacción y sería el definitivo homenaje póstumo a los lo sufrieron y que ya no están.

Señores que están llenando mi buzón de rojo y amarillo, si cuando lleguen a la presidencia no se ven capaces de comprometerse a tal reconocimiento, ustedes no me representan.