El trauma que supone un aborto, tanto si es practicado de manera voluntaria como si es espontáneo, se te enquista en las entrañas. Las mujeres no vamos en grupo ni quedamos en cuadrilla para ir a desalojar embriones de nuestro útero, porque no somos salvajes ni ignorantes. Así que no entiendo por qué genera tanta inquietud ni curiosidad lo que cada una vive y sobrevive como buenamente puede. Y sé de lo que hablo.