La repentina irrupción de militares de alta graduación en las franquistas filas de Vox, unida a que el máximo dirigente de ese partido nos decía hace poco, que la guerra de 1936 no fue una guerra civil, sugieren a Simplicius estas reflexiones. Ante todo hay que decir que Vox tiene razón, que la guerra de 1936 no fue una guerra civil, una guerra entre civiles; esa guerra lo que fue es una guerra de militares contra civiles. Ganaron, como es lógico, los militares militarizados y perdieron, como también es lógico, los civiles civilizados. Que ya lo dijo un viejo filósofo de los siglos pasados, es fácil militarizar a un civil, lo difícil es civilizar a un militar. Lo que pasa es que por mucho que se militarice a un civil civilizado, no se hace de él un militar. Como tampoco se hacen civiles civilizados, civilizando militares.