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Calle Larrazabal de Basauri

Es una tremenda injusticia que se estigmatice a todo una religión, toda un pueblo... Todo una calle, por la actividad terrorista o delictiva de una minoría parasitaria y residual, que se ampara en la ley de la selva para dinamitar de forma sádica y mediocre la convivencia normal en la que tenemos que vivir.

Estos dinamiteros sociales, esta gentuza que hace la puñeta sin ningún motivo a sus vecinos, muchas veces son dirigidas para distorsionar una zona, y devaluarla, como así lo hacen y se ha demostrado con los pirómanos pagados por constructores desalmados que quieren urbanizar una zona arbolada y protegida, y que con un incendio provocado se quitan todas las trabas burocráticas para sus pretensiones urbanísticas.

Pues bien parece que estos engranajes maquiavélicos están funcionando a pleno rendimiento en la calle Larrazabal de Basauri, solo nos queda desear que el viento no les sea favorable y que no se acabe calcinando la convivencia y la zona por la presencia de pequeños focos incandescentes, por el bien del 99% del vecindario.