Aste Nagusia a punto de acabar y los bilbainos y visitantes hemos vuelto a incurrir en los mismos pecados de siempre. Los hay que han orinado en cualquier esquina, los hay que no han sabido contenerse a la hora de beber y han dejado su rastro de vómito en la acera, los hay que olvidaron su vaso de plástico una y otra vez hasta generar toneladas de basura y los hay, y son los peores, los que no han sabido respetar al prójimo y diferente. Esperemos que para la próxima edición de las fiestas bilbainas seamos todos más civilizados. Y educados.
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