¿Tienes 5 minutos? Pues bien, echémosle un poco de imaginación. Imagina, por favor, que de lunes a viernes, durante más de siete horas diarias, horario que se amplía con trabajo extra para tu casa, debes realizar obligatoriamente unas determinadas tareas en un lugar concreto y debes hacerlas muy bien. Imaginemos que no tienes alternativa. Debes hacerlo sí o sí y que no se te ocurra cometer errores.
Imagina, ahora, que además de no poder elegir de ninguna de las maneras el lugar en que realizarás determinadas tareas diariamente, debes obtener unos resultados determinados que condicionarán tu futuro, para lo cual recibes una presión constante de tu entorno. No quieres decepcionar a nadie y si haces algo mal se te informa de que ello condicionará tu futuro, te irá mal en la vida y no podrás comprarte una casa y un coche y olvídate de tener la capacidad de adquirir uno mejor que el de tus padres, los cuales siempre quieren lo mejor para sus hijos e hijas.
¿No te suena esta historia? Muchos niños y niñas sienten esto mismo diariamente. Ponte en sus zapatos. ¿Empatía sí o empatía no? That is the question.