En esta España de todos los demonios como la llama el poeta Gil de Biedma primo por cierto de Esperanza Aguirre, están determinando la política de hoy, los émulos de dos tristes figuras de la leyenda, Belorcio y Ali Babá. Solo unos cenutrios descomunales pueden haber hundido en la miseria al PSOE, un partido político con 150 años de antigüedad y tantas veces ejemplo de consenso y equilibrio. Hoy en la ruina y el desprestigio, solo está sirviendo de contrapunto para llevar al poder a una gaviota que debería estar enjaulada. ¿Cuándo nos largamos?