Querido Luis: Estoy seguro que allá donde estés vas a recibir esta carta de un agradecimiento impagable. Nunca he podido olvidar la dedicatoria que hiciste en Mundo Deportivo a mi hijo Borja, jugador entonces del Basurto, muy amigo del tuyo, cuando tan grave estuvo en la UVI del hospital de Basurto. En ella dabas ánimos muy sinceros a él, intentando levantar la moral derruida del resto de nuestra familia. En aquel fatídico febrero de 2013 me di cuenta de que, como se dice habitualmente, hay gente buena, muy buena. Tú lo has sido. Siento muy de verdad que nos hayas dejado tan prematuramente, pero también sé que a ti te quedará el consuelo de habernos legado una familia tan ejemplar donde las haya. Luis, arrieros somos? Hasta siempre. Un abrazo. Goian zegoz.