El presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, tomó la decisión de elegir a José Manuel Soria para representar a España en el Banco Mundial. Si la memoria no me falla, este señor tuvo que dimitir como ministro de Industria, Energía y Turismo por aparecer en el caso de los papeles de Panamá (por cierto, ¿qué fue de este asunto? Parece que ya no interesa a nadie); resulta que salió a la luz su presunta participación en empresas familiares radicadas en paraísos fiscales.
Sr. Rajoy, ¿es esta su manera de luchar contra la corrupción?, ¿le parece ético nombrar para un puesto de esa envergadura a un persona acusada de unos delitos de tanta gravedad? Por si esto no fuera poco, nos enteramos que el sueldo en 2015 era de 226.000 euros libres de impuestos. ¡¡Vergonzoso!!
Lo dicho, me parece una broma de muy mal gusto porque se sigue premiando a gente imputada con unos puestos en los que se gana una cantidad de dinero insultante (¿cuántos ciudadanos de a pie ganan esa cantidad de dinero?). Además, seguimos con el tema de las puertas giratorias; dejan un puesto y al poco tiempo se les premia con otro y mucho mejor remunerado (¡¡faltaría más!!).