Imputada por presunto delito de blanqueo de dinero la tonadillera listilla lleva más razón que un santo. La no implicación de la consorte de Urdangarin, que ni siquiera ha sido llamada a declarar, va a dar más de un disgusto a la justicia que no debería propiciar los agravios. El padre de la beneficiada ya lo dijo: "La justicia es igual para todos".
Pero me temo que la Pantoja lo de con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho, no le suena de nada. Y es que algunos somos más iguales que otros...