Me quieren, no me quieren, me quieren, no me quieren...
Esto es más o menos lo que usted, señor García, está pretendiendo con el cambio del modelo de votaciones en la siguiente reunión de socios compromisarios.
¡Ah! Que no me entiende. Bueno, es muy fácil. Usted, con esta medida, nos esta recordando a tiempos de Franco. Pasado el cual no quisiéramos repetir. ¿Se acuerda de aquellos tiempos en que teníamos que votar a mano alzada? Luego venían los comentarios: "Mira, mira Josetxu ha votado en contra" o "Mira, María, quién lo iba a decir...", etcétera. Esto mismo es lo que usted nos va a recordar si cambia la forma de votar que dice usted. Es más, seguramente, detrás de toda esta medida, ya habrá algo más.
Podría ser que se quiera saber internamente con qué fuerzas cuentan para las siguientes presidenciales. Sobre todo, la vara de medir que tienen un par de directivos que llevan mucho tiempo viviendo de réditos de votos.
Ante todo esto, Señor García, si quiere mi voto, ya puede usted ir cambiando.