Resulta que todo Bilbao tiene zonas con wifi, lo cual es de agradecer y muy útil para la gente que tenga portátiles y móviles de última generación. Pero resulta también que una biblioteca como Bidebarrieta no ofrece de manera continuada internet a sus usuarios.
No sé muy bien de qué depende que la sala de ordenadores esté abierta o cerrada, porque cada día que voy me encuentro una cosa diferente. Es de elogiar el servicio de internet de la biblioteca foral, además de que las instalaciones son inmejorables, y me resulta incomprensible que una biblioteca como la de Bidebarrieta, tan reseñable en sus servicios, no ofrezca algo tan básico como internet, aunque sea en tramos de 15 minutos, que no es cuestión de abusar.