TVE ha decidido no sustituir a Andreu Buenafuente por su baja médica. O lo que es peor, ha decidido que el sustituto de Buenafuente sea el propio Buenafuente, a través de un refrito hecho con tropezones de su programa Futuro imperfecto y si cuela, cuela y a por otra semana de refritos.

Es jodido esto de que a uno ya ni le sustituyan pese a que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Buenafuente ha sido siempre el mejor sustituido de la tele, tanto por baja médica como por vacaciones. Así se ganó, por cierto, su primera gran oportunidad en solitario Berto Romero al frente de Buenafuente ha salido un momento, en La Sexta. Y en Movistar tuvo de sustitutos al propio Romero además de a David Broncano, Javier Coronas, Silvia Abril, Raúl Cimas, Miguel Maldonado, Bop Pop... 

Como en las funciones de teatro, en la tele siempre tiene que haber un sustituto que se sepa el guion para salir a escena. En esta tele tan previsible y tacaña en oportunidades es, además, la mejor forma de dar la alternativa a otros rostros para que pasen de su papelito secundario al de protagonista.

Por eso, es muy triste que TVE haya ido por el camino fácil de resolverlo con un refrito, como si no tuviera a nadie para ocupar el puesto del humorista catalán, tanto con gente de su programa, Futuro imperfecto, como con otros presentadores de la tele pública cambiando por una semana de registro y visualizando así el derecho que tenemos todos a cogernos una baja médica y a ser sustituidos. 

Sabrá usted que Buenafuente tuvo que aparcar su complicada agenda laboral (tiene un programa de televisión, un pódcast radiofónico, una obra de teatro...) apenas tres días después de que se anunciara que serán él y su mujer, Silvia Abril, quienes retransmitan las campanadas en TVE. Aunque el anuncio de su baja médica ha llegado acompañado de un mensaje de tranquilidad asegurando que estará de vuelta para fin de año, ¿qué pasaría si no fuera así, si el médico le dice que nanai, que hay que esperar para volver al currelo?

Pues absolutamente nada, sus seguidores lo entenderían, y sus jefes también, y por supuesto, no lo resolverían poniendo un refrito para disimular su ausencia y elegirían a otra persona en su lugar.

Es muy posible que este futuro imperfecto de campanadas con Buenafuente en las que no pueda estar Buenafuente no ocurra, lo que significará que ya está recuperado y nos alegraremos por ello, pero si ocurre también será una excelente forma de demostrar que la salud, también la mental, tiene que estar por encima de cualquier compromiso laboral, por único que nos parezca. Buenafuente merece parar y sus compañeros y su audiencia, que continúe la función, porque el futuro será imperfecto, si nos falta Buenafuente, pero será... pese al empeño de TVE de que el pasado refrito cuele como futuro.