La autopsia de hoy está incompleta hasta ver si esta tarde no hay motivos para otra incisión. De lo diseccionado, la jornada apunta a fiesta grande en Bilbao con el partido de fútbol entre Euskal Selekzioa y Palestina. Reivindicación y solidaridad en las que decenas de miles de personas han –hemos– encontrado motivos para ir todas a una. Y, sin embargo, la sorprendente profusión de actos capitalizables sugiere que hay demasiada nece(si)dad de hacerse notar y hacer ver al resto que cada cual tiene txoko propio. Que no se distorsione lo sustancial por el interés de nadie.
Esa algo que no le ocurre al PP en Andalucía. Allí han tenido claro que lo sustancial es que el Gobierno de Juanma Moreno no sea fiscalizado por una investigación de su parlamento sobre el lío de los cribados de cáncer. Así que la impiden y, de no mediar la Justicia, han prescrito que aquí paz y después gloria. Por desgracia, a algunos, incluso literalmente.
Conviene diferenciar entre vivir en la duda y en la expectativa. La primera la marca la preocupación de miles de andaluzas y andaluces sobre la protección que recibe su salud. Pero la segunda puede ser sinónimo de ilusión o directamente de ensoñamiento. Palanca de impulso, la primera, o pérdida de la realidad, el segundo.
La gota que colma
No solo estan, los queremos
Extranjeros en Euskal Herria. Ya conocemos la manipulación de miedos que rodea a demasiados mensajes sobre la llegada de extranjeros. Demasiado desapercibida pasa, en cambio, su aportación positiva y los diagnósticos que nos recuerdan cuánto deberíamos querer sean parte de nosotros. Ayer volvimos a constatar que crece su afiliación a la Seguridad Social y su soporte de nuestros servicios. Además, con poco más de un niño por pareja en nuestra sociedad del bienestar individual, ¿de dónde saldrán las 2,4 millones de personas que harán falta en los próximos años para que siga funcionando?
Ahí parece estar el PSOE tras la pérdida de la mayoría de investidura. La eventualidad de que se le despeje la aplicación de la amnistía a Carles Puigdemont, les mantiene en la ilusión de realinear a Junts, aunque le pida elecciones; la impresión de que con eso ya se sostiene la legislatura puede ser la antesala de un doloroso despertar.
Para mal despertar, los de Elisa Mouliaá e Iñigo Errejón. Una y otro han sido ya juzgados públicamente antes de que el juez haya decidido abrir juicio oral contra él por presunto delito de agresión sexual. Todo el mundo parece haberse formado una opinión sobre ambos antes de que se concrete una verdad judicial que, sea la que sea, es probable que no la cambie.