MI madre falleció en 2008 de una metástasis fulminante. Desde el diagnóstico hasta el desenlace transcurrieron 7 meses, exactamente, lo que la doctora predijo. Han transcurrido 17 años y todavía, cada vez que salgo al jardín, me acuerdo de ella y siento el vacío que me genera no tenerla a nuestro lado.
Ocho años después, en 2016, tras 10 años de Alzheimer, falleció mi padre y si bien creo que él se fue aliviado a la otra vida, yo lo recuerdo cada vez que veo los muebles que nos hizo, cuando veo su banco de carpintero o cuando veo el carro con el que acarreaba sus maderas y herramientas. Siento un vacío que ni nadie ni nada puede reemplazar, lo recuerdo en sus expresiones que ya he hecho mías, en sus cánticos, en sus gestos, etc. El vacío ahí está.
Pues bien, esta semana, con motivo de la festividad de Todos los Santos, acudí a la floristería a por flores para ellos, y para la amona Juanita, y cuál fue mi sorpresa cuando la encargada me dijo que en los días anteriores se había acordado de mí, al ver las inquietantes noticias que venían, principalmente de Girona, en lo relativo a la sanidad del ganado vacuno. Me llamó la atención que esta persona, totalmente ajena al sector primario, estableciese este vinculo sectorial con una persona a la que solamente ve una vez al año, siempre, por estas fechas. No lo oculto, me alegró.
A la vuelta, acordándome del vacío que mis padres han dejado, al menos, en mí, me acordé de los angustiosos momentos que estarán viviendo los ganaderos de Girona, y comarcas limítrofes, con sólo pensar que, con un caso positivo en Dermatosis Nodular Contagiosa (DNC), se aplicaría la medida más severa que se aplica a un ganadero, el vacío sanitario, que no es otra cosa que el sacrificio obligatorio de toda la cabaña presente en la explotación, incluso, los recién paridos.
Tal y como pude comprobar en una reciente reunión de ganaderos para tratar la dichosa enfermedad, la mera referencia al término de vacío sanitario supone una sacudida para el ganadero que le golpea la columna, le tiemblan las piernas y lo asfixia, con sólo pensar lo que puede suponer para su casa.
El vacío sanitario supone, haciendo un juego literario con otros términos sanitarios, como hacer un vaciado a la explotación, extirparle todo atisbo de vida, matar toda esperanza para esa familia, y condenar al ganadero a ser un muerto en vida, al haber perdido todo entusiasmo por seguir adelante.
Las penas nunca vienen solas
En este momento, me constan que han confirmado 18 focos de DNC, todos en el entorno de Girona, y ya se han sacrificado más de 2.500 cabezas, por lo que es fácilmente imaginable el vacío que sienten los ganaderos afectados al ver como se sacrifican sus animales y con ello, se sacrifica, su futuro. No hay palabra que los consuele ni indemnización, por imprescindible que resulte, que repare el daño sufrido.
Como me dijo la florista, las penas nunca vienen solas y en nuestro entorno más cercano, han aparecido un par de casos de ganaderías afectadas por la tuberculosis, ambas de vacas bravas destinadas a los espectáculos festivos tan nuestros y que tanto atraen a los más jóvenes de nuestros pueblos y barrios rurales.
Un mazazo para toda la familia
En un caso, se ha acabado aplicando el vacío sanitario, lo que supone el sacrificio de unas 90 reses y un mazazo para toda la familia, especialmente para los más jóvenes, pero, conociéndolos un poquito, creo que en este caso no cabe hablar de una muerte en vida, puesto que tengo clarísimo que la familia, con el correoso padre y el aliento de sus hijos, echará para adelante, sacando fuerzas de donde no las hay. Un batacazo es un golpe duro, pero, como decía, no hay paso atrás por parte de una familia que, además de mimar su ganado, ama el espectáculo festivo con dichos animales y lo impulsa en diferentes pueblos de nuestra geografía con ahínco. En el segundo caso, por lo que me consta, se está en un inmovilizado de la cabaña que, veremos en qué termina. Les deseo lo mejor.
Quizás, más de uno de ustedes, esperaría que abordase la cuestión desde un punto de vista más técnico y sectorial, pero, será por la edad, será por las fechas en que estamos, creo que era inevitable poner el foco en el lado humano de la tragedia.
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