Ayuso y el tupper

Usted y yo seguimos en las nuestras y los políticos a lo suyo que, últimamente, es básicamente un “Y tú más”. Dentro de esa espiral de políticos politiqueando, la última es la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Ha hecho uso de un chalet junto al Parque Nacional de Guadarrama que el gobierno de la Comunidad de Madrid adquirió en 2023 y, preguntada por el coste para las arcas públicas de su escapada de fin de semana, asegura que ella se costeó todos los gastos y que no utilizó ningún servicio de la CAM: “Me llevé mi comida de casa y compré en el Covirán con mis medios”.

Sin vacaciones

Recordaba ayer eso que tanto tuvimos que escuchar de que habíamos vivido “por encima de nuestras posibilidades” para justificar los efectos de la crisis y decía que escuece a medida que siguen saliendo casos de corrupción y con datos como estos: Según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, un cuarto de la población española está en riesgo de pobreza o exclusión social. Eso, con datos de febrero. Ahora, en pleno verano, una de cada tres personas no puede ni plantearse unas vacaciones. No pueden pagarlas. Toda una vida de esfuerzo sin respiro ni recompensa mientras lee cómo, una vez más, unos pocos se aprovechan de ese esfuerzo.

Operación bikini

No sé si nos vemos atrapados en la enésima moda estúpida por mera distracción del miasma de la actualidad o porque, como he leído en algún comentario de X que procedo a apropiarme hasta el fin de los tiempos, no tenemos todos los patitos en fila. El caso es que, con el buen tiempo y el verano, las ventas de productos para adelgazar se han disparado “un 17%” (ECD). Supresores del apetito y bloqueadores de grasas y carbohidratos lideran lo que hace años se conocía casi simpáticamente como “operación bikini” y que ahora es más bien una tiranía que oprime nuestra existencia hasta en lo más crudo del invierno.

Los números de Mouliáa

La persona a la que le decían que no tiene “todos los patitos en fila” es la actriz Elisa Mouliáa, que dejaba hace unos días un mensaje inquietante en X: “El día que denuncié a Errejón, el universo me habló” comenzaba, para después marcarse tremenda ida de olla numerológica que terminaba, según ella, con un mensaje que le susurró “el cielo”: “No tengas miedo, estás protegida. Esta vez, la luz camina contigo”. Al margen del flipe, dos cosas son ciertas: Ser un baboso no significa ser un violador. Pero, si la investigación da la razón a Mouliáa, Errejón tendrá que afrontar las consecuencias. No hay más vueltas que darle.

Raves con café

Las raves ya no son lo que eran. Alcohol y otras sustancias, luces estroboscópicas y el influjo de la noche. Ahora también pueden empezar con una sesión de yoga al amanecer, incluir espacios libres de sustancias y ofrecer café en lugar de cócteles. Es un fenómeno que analizan en Xataka y que se explica por el agotamiento emocional pospandémico, la epidemia de soledad, el colapso del bienestar mental y el hartazgo frente al vacío de la vida digital. El exceso y la resaca han dejado de ser gestos de rebeldía; hoy, lo subversivo es mantenerse lúcido y encontrar placer sin culpa.