Reunión del lehendakari con los partidos gratificante en lo sustancial. Todos quisieron dar muestra de que entienden la excepcionalidad de la situación de la economía y se mostraron dispuestos a aportar. Otra cosa es que cada cual llevara su propia idea de la fiesta y eligiera un estilismo acorde. El PP quiere salir de la periferia y se vistió de “por la labor”; EH Bildu ve su caladero en la vivienda y se lo pone igual de boda que de monte. Sumar se limitó a no restar. Lástima por el PSE, al que nadie le dijo que la fiesta no era de disfraces y acudió vestido de azotador dominatrix.