El 2024 que agoniza nos deja un mundo no sé si peor, pero sí más peligroso. No hemos ganado las guerras -las bélicas, las no bélicas y las que probablemente se convertirán en bélicas- que había que ganar por decencia. El problema es que 2025 viene sin la lección aprendida. Este enero arranca la segunda era de Donald Trump, aunque en realidad hace meses que empezó, y todo indica que con la inestimable cooperación y dinero de Elon Musk será aún más desastrosa para el mundo. Cuando deseamos feliz año nuevo, en realidad nos lo estamos deseando a nosotros mismos.