CONSEGUIR que un niño lea es un éxito familiar. Que además lea cuentos escritos hace mucho tiempo es un rara avis. A los más pequeños, se los podemos leer nosotros, si se dejan.

Tengo hijos, y nietos. La nieta mayor me preguntaba la semana pasada para qué leo tanto. Le respondí, todo lo sencillamente que pude, que para cultivar un pensamiento crítico sobre la actualidad y nos sucede. No me contestó.

Releer cuentos para niños cuando se es mayor

Releer cuentos para niños cuando se es mayor Por Angel Toña Guenaga

Me preocupa mucho la adicción que tienen todos los niños y jóvenes a verlo todo en la pantalla. Lo que no se mueve, no existe para ellos. Me parece inevitable, porque nos ven también a los mayores, a sus padres, colgados del móvil

Estos días he terminado de releer dos grandes cuentos clásicos infantiles: Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, y El Principito de Saint-Exupéry.

Sí, a mi edad, ya casi no me acordaba de ellos. Me han encantado. Y citaré tres motivos:

–Naturalmente por su fantasía. Fuimos niños, y nos siguen gustando las narraciones extraordinarias.

–También por su redacción, por su estilo. Esto solo se aprecia de adulto, pero son cuentos muy bien escritos, grandes autores, cuya pericia narrativa se puede disfrutar. Alicia en el país de las maravillas tiene una versión original, y otra resumida para niños hecha por el propio autor. Para un adulto, recomiendo la versión original, es también más divertida.

–Y, sobre todo, por sus enseñanzas. Estos cuentos contienen frases y sucesos que nos hacen pensar nuestras vidas, desde esas miradas que con apariencia de infantiles, son maduras, profundas, serenas. Que nos interrogan sobre cómo hemos conducido nuestra vida, que contienen reflexiones propias de un ensayo de filosofía, de psicología, de las ciencias que permiten conocer a las personas.

Termino con tres frases, para que las pensemos.

*Las personas ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, las personas ya no tienen amigos (El Principito).

*Lo esencial es invisible a los ojos. El tiempo que perdiste con tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.

*Y una enseñanza permanente del libro de Carroll: Los límites solo existen en la mente, y cuando decides luchar para alcanzar un objetivo, te armas de fortaleza y convicción hasta conseguirlo. ¿Qué otra cosa hacía Alicia? l

Economista