Crónica de una escisión anunciada

Dos semanas de legislatura ha durado la débil tregua entre Sumar y Podemos. Todo saltaba por los aires el martes, con medio país ultimando las vacaciones del puente. La escisión que se veía desde hace meses finalmente se consumaba y Podemos anunciaba su decisión de pasar al Grupo Mixto “para garantizar su capacidad de acción política en el Congreso” (Diario Red). Curioso que, como en todo lo que tiene que ver con los de Iglesias -porque, no nos engañemos, en primera línea no estará pero sigue llevando la batuta-, nos hayamos enterado antes por su medio afín que por ellos.

Política “sin personalismos”

No es que importe mucho, porque todos sabemos que en Podemos y Sumar no se pueden ni ver. Pero la gota que colmaba el vaso era la negativa a que fuera Ione Belarra quien compareciera en el pleno sobre Palestina. ¿Por qué tenía que ser ella, si el portavoz designado para Exteriores es Agustín Santos? Para querer cambiar la política y huir de personalismos, hay que ver cómo aprovechan cualquier oportunidad de personalismo. Quien fue su candidato a la Alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, tuiteaba: “En política la frontera entre partidismo y sectarismo es muy delgada”. Las respuestas, muy elocuentes. Puro sectarismo.

Bloquea, que algo queda

Además, del 45º aniversario de la Constitución, esta semana hemos tenido una efeméride bochornosa: el CGPJ cumple un lustro, cinco años, 1.830 días bloqueado. Pese a ello, ha decidido no avalar el nombramiento de Álvaro García Ortiz como fiscal general del Estado -algo inaudito en democracia-. Joaquín Urías, ex letrado del Constitucional, explica así de bien y claro por qué el PP mantiene el bloqueo: “Para poder prostituir al órgano de gobierno de los jueces y que haga cosas así. Destruir las instituciones para intentar sacarles un rédito en el corto plazo”.

Contrapoder

Como dos noticias se entienden mejor juntas, aquí va un dato que nos dan en El Diario: “El PP ha controlado la Justicia 22 de los últimos 27 años gracias a los bloqueos del Poder Judicial”. Esto tampoco se le ha ocurrido a Feijóo el primero, ya que fue Aznar quien estrenó una estrategia que han seguido Mariano Rajoy y Pablo Casado antes que él. Una maniobra sucia que ha servido al principal partido de la derecha para ejercer la oposición al Gobierno desde otro poder del Estado…que es la instancia judicial por la que pasan los casos de corrupción. Cada uno que saque sus conclusiones.

¿Y esto qué significa?

Además de que es una vergüenza democrática y un incumplimiento de la Constitución, el hecho de que el máximo órgano de los jueces no se renueve tiene una serie de conclusiones que resume la tuitera Manuela Villa en apenas un minuto. El CGPJ es quien nombra a los jueces del Supremo, de la Audiencia Nacional, los Tribunales Superiores Autonómicos y las Audiencias Provinciales: “Jueces que deciden sobre casos de corrupción y jueces que orientan las decisiones que tomarán los juzgados de toda España”. En estos 5 años de bloqueo, de momento, no se han podido renovar 85 plazas vacantes en distintos órganos judiciales.