VIVIMOS tiempos difíciles, ciertamente inquietantes en algunos momentos, pero siempre hay motivo para la esperanza. Dice el dicho que, a pesar de la peor tormenta, luego escampa y sale el sol. Hipotecas, guerra, pandemia, pospandemia, salud mental, enfermedad, sequía y muchas cosas más. Todo puesto de seguido ahoga incluso al leerlo e invita a pensar que nada se resolverá. Sin embargo, las gafas también pueden ayudar a ver la botella medio llena y no siempre medio vacía. Solo hay que ajustarlas y volver a mirar. Quizás entonces haya dejado de llover. Esperanza contra viento y marea.