EN 24 horas sale y se mete el sol. En 1.440 minutos se puede dar una tercera parte de vuelta al mundo. En horas 24 cabe una vida entera, o puede perderse. Que se lo pregunten a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, imputada por corrupción, que dijo ayer que si entra en la cárcel se “muere en dos días”. Bien, pues más de 24 horas es el tiempo de espera que en las últimas horas han tenido que padecer las miles de personas que han querido entrar a la capilla ardiente de Isabel II y que la han colapsado. La reina será por fin enterrada mañana, en directo por televisión. Quizá entonces pueda ya, de verdad, descansar en paz. l