U NA turba exaltada y cada vez más violenta estaba asaltando literalmente el Capitolio y el entonces presidente Donald Trump lo estaba viendo en directo tranquilamente por televisión sin hacer nada para impedirlo. Probablemente dirá que pensaba que estaba viendo Netflix en lugar de la Fox. O una de esas insufribles películas de asalto a la Casa Blanca. Pero no, al fin y al cabo, aquellos asaltantes eran unos energúmenos, pero eran de los suyos. Hay políticos muy de ver las cosas por la tele o por Twitter. Confortablemente. Mientras sean de los suyos. l