ENSÁBAMOS que el turismo era esa actividad donde se alojaba algo mecánico y, para los muy turistas, una práctica que requiere disciplina, constancia y cierta regularidad. Pero la tecnología irrumpe y nos pone también sobre la pista de un turisteo tecnológico, de un siri que nos guíe, rastree nuestros gustos y proponga opciones en una experiencia viajera que se vuelve inteligente, tecnológica e innovadora para aumentar la experiencia en los destinos. Bilbao se suma a la propuesta tecnológica del turismo que, tal y como avanzaron los años 60, sigue siendo un gran invento.