El exceso de celo es mal consejero y a Denis Itxaso se le va la mano como guardián de la honra de España. El desagravio no es una cuestión de culpabilidad sino de verdad, justicia y reparación. Ya sabemos que la "España democrática" no bombardeó Gernika pero los que defendían y defienden un ideal concreto de lo que es ser español lo planificaron. Y lo ejecutaron en el nombre de España como proyecto nacional. Dos lehendakaris han pedido perdón y desagraviado a las víctimas de ETA sin que la Euskadi democrática tuviera culpa. ¿O todavía no lo tiene claro?