L eje del mal se ha movido. La conveniencia ha rescatado de él a los regímenes de Irán y Venezuela a ojos de los Estados Unidos porque la estrategia energética del país pasa por no incrementar el recursos a sus reservas de petróleo sino obtenerlo de los antiguos enemigos a la vista de que, hoy, el peor de los malos es Vladimir Putin. Por el camino quedan las esperanzas de muchos iraníes y venezolanos, que aspiran a un mayor régimen de libertades en sus países, como les pasó a muchos españoles cuando el franquismo fue rehabilitado del eje de las dictaduras al de los enemigos del comunismo. Así se escribe la historia. Con minúsculas.