L crío es de la liga antitacos. De esos que se te escapa un jode... -con la r omitida, tras dejarte un puñado de restos epiteliales de la espinilla en la esquina de siempre- y te mira como si hubieses matado a mil lindos gatitos. Pero ayer la palabra malsonante estaba justificada. "La guerra es una mieRda", le dije con una r mayúscula, rotunda. "No tengo otra palabra", me adelanté, antes de que me fulminara. "Es una mieRda porque muere gente. También niños como tú", remarqué la r impotente con la que empieza larabia y termina el dolor. "¿Pero también hay niños? ¿No decías que estaban hablando para ver si lo arreglaban?", preguntó con un ojo en la tele y otro en esta malhablada. Ahí se quedaron sus interrogantes, flotando en la sala, porque fue acordarme de los dirigentes y llenárseme la boca de sapos y culebras. Y un par de palabrotas tienen un pase, pero tampoco hay que abusar. Luego llegó la innombrable, contando lo nerviosos que se habían puesto en su clase cuando uno dijo que en la Wikipedia, que es la biblia de todo adolescente, salía lo de la Tercera Guerra Mundial. "Un lío, chaval... Uno, que cómo iban a hacer una guerra con el covid. Otra, que nos iban a pasar los aviones por encima. Yo, que saldrá en los libros de historia del futuro. La guerra no tiene ninguna gracia, pero cuando nos estresamos nos da la risa, como en la recu de mate cuando vimos que era tan chunga. Yo me he asustado porque quiero hacer una carrera". Cada Putin con su tema.

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