N mundo, un microcosmos alucinante que hoy en día somos incapaces de aprehender porque se nos escapa el contexto en el que nació, se extingue. Es el signo de los tiempos, que dirían los clásicos. Ayer se jugó el último partido de cesta punta en el frontón Dania Jai Alai en Fort Lauderdale, último bastión de aquella irrepetible época dorada de esta modalidad de pelota en Estados Unidos. El mundo (y las apuestas) ha cambiado y aquella pasión es hoy solo un recuerdo para medio centenar de pelotaris vascos que han vivido el sueño americano. Jai Triste.