L acuerdo de PSOE y Unidas Podemos para que la Ley de Memoria no quede en agua de borrajas ha reducido a agua de borrajas la expectativa creada por los de Ione Belarra y Yolanda Díaz sobre la eventual derogación de la Ley de Amnistía del 77. No habrá tal. Empieza a ser hora de proyectar las debidas verdad, justicia y reparación a las víctimas de la represión franquista. Ayer escribía aquí sobre la dificultad penal. Hoy es evidente que hay otra legal. Pero qué menos que una solemne disculpa del poder público por lo que hizo el precedente en nombre de la realidad persistente que es España.