Espera médica

Las lista de espera médica, para una cita con un especialista, alcanza en Madrid la cifra record del medio millón de personas. Bien es sabido que el retraso en este tipo de consultas lleva acarreado un grave peligro de detección tardía de graves enfermedades. La tan proclamada libertad no debía incluir el ámbito sanitario, se debía referir únicamente al derecho a acudir a una terraza a tomar unas cañitas. En las redes, con mucho humor negro, vemos la imagen de la muerte acompañada de: ¿Va usted a pedir cita al especialista?, la respuesta positiva de un transeúnte madrileño: Sí, ¿por qué?, es respondida por la parca con un simple: Nada, cosas mías.

Libertad sin solidaridad

Mientras esperan, y desesperan, los madrileños a que llegue su hora de visita médica, el experto en marketing y comunicación, Jon Arregi, comparte una interesante reflexión. Destaca la incongruencia de anunciar una mayúscula bajada de impuestos, mientras “tienes un sistema sanitario público en los huesos con enormes carencias”. Con el añadido de que después vas a “reclamar a papá Estado más financiación y hacerse el patriota con ello”. Como bien destaca, “patriotismo es pagar impuestos y tener servicios públicos de calidad”. Llegados a este punto podemos afirmar que la libertad sin solidaridad tiene otro nombre, egoísmo.

Lógica aplastante

El ansia provocadora de algunos, especialmente los que se escoran a la derecha, atacando a todo lo que se aparte de su ideario, se ha convertido en norma entre la clase política española. El último ejemplo lo encontramos en el diputado, renegado de Ciudadanos, Pablo Cambronero. Sin razón aparente, comparte una imagen suya con la mascarilla de la policía nacional, e interroga a Gabriel Rufián por si le gusta y le advierte que: “Me tienes dos escaños atrás, te vas a hartar de verla”. Con inteligencia, educación y sobre todo ironía, contesta el político de ERC con una lógica aplastante: “¿Si estás detrás, como quieres que te vea, Pablo?”.

Lola Herrera, insultada

Una tormenta arrecia en las redes sociales, las declaraciones de la actriz, Lola Herrera, en Tele 5, han escocido a los seguidores de la derecha y a los del abismo ultraconservador. Calificar como genocidio lo sucedido en las residencias de ancianos madrileñas ha sido una de sus perlas. Sin embargo, lo que más ha molestado ha sido su afirmación de que no comprende cómo las mujeres pueden votar a Vox. Inmediatamente se han lanzado en Twitter para cargar contra la eterna intérprete de “Cinco horas con Mario”. Con su habitual falta de respeto por bandera, la horda de la ultraderecha le ha dedicado todo tipo de lindezas.

Machismo en Estudio Estadio

La incorporación de la mujer al periodismo deportivo ha sido una batalla que han conseguido superar con gran esfuerzo. Pensábamos que lejos quedaban aquellos tiempos en los que se criticaba a cualquier medio por incorporar a una periodista en una retransmisión de fútbol. Sin embargo, vemos que no ha concluido esa discriminación. El director del espacio “Estudio Estadio”, Juan Carlos Rivero, afirma en una entrevista que no cuenta con ellas en sus tertulias porque hay “menos mujeres disponibles” y que “sólo es cuestión de tiempo que la mujer se vaya incorporando”. La periodista, Mónica Planas, le responde en Twitter que son “excusas inadmisibles”.