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Editorial

Presupuestos con perspectiva

El proyecto de las Cuentas vascas para 2022, con fuerte gasto social y apuesta decidida por la inversión pública, es coherente con la oportunidad abierta para el relanzamiento de Euskadi tras la pandemia

AS Cuentas vascas para el próximo año ya disponen de cifras concretas que apuntan a un escenario especialmente propicio para dar a Euskadi el impulso necesario que logre revertir los nefastos efectos económicos generados por la pandemia y favorecer su recuperación y relanzamiento a todos los niveles. Se trata, por ello, de los Presupuestos más estratégicos de la reciente historia de la CAV, porque de ellos -de las inversiones que esboza, de las partidas que contiene, de la estabilidad que genera- depende gran parte de la futura generación de riqueza y empleo y, con ello, del bienestar de la ciudadanía. Más allá de que el proyecto presentado ayer por el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, sea el mayor de la historia de Euskadi -con un montante global de 13.108 millones de euros-, las cuentas redoblan la apuesta por el gasto social, con casi 8 de cada 10 euros destinados a Salud, Educación, Empleo y Políticas sociales, así como por la perspectiva de género y el I+D. Junto a ello, el mayor salto cualitativa y cuantitativamente se sitúa en el dinero disponible para inversiones, con un montante de más de 1.600 millones, un 50% más que el año anterior. En una primera lectura, y a falta aún de su desglose y mayor concreción por departamentos, los Presupuestos son razonables, coherentes con los recursos disponibles y acordes al momento y la situación previstos y a los objetivos establecidos de recuperación y relanzamiento pospandemia, sin olvidar que no están incluidos aún los fondos europeos de recuperación que lleguen a la CAV. Este escenario ha sido posible por el esfuerzo general realizado que está dando sus frutos con la mejoría de la recaudación y por la gran oportunidad que supone la suspensión de las reglas fiscales de la UE, que permite una mayor inversión pública. A partir de ahora, y tras su próximo registro en el Parlamento Vasco y las comparecencias de los consejeros, el proyecto entrará en la fase de negociación con los grupos de la oposición -todos salvo Vox- con el objetivo de recabar apoyos para su aprobación con mayor consenso que la mayoría que sustenta al Gobierno (PNV y PSE), más que suficiente en todo caso. Será el momento del diálogo para posibles retoques y mejoras de unas Cuentas que merecen una aproximación leal y realista, no dogmática ni de mera búsqueda de castigo al Gobierno dado el momento histórico que se avecina.