NCAJA mal las críticas el Tribunal español de Cuentas tras erigirse en azote del procés. Sostuvo ayer, en una nota poco usual, que sus miembros son "independientes" pese a reproducir mayorías parlamentarias; en el caso de los actuales, del Partido Popular. Ahora ha corrido a presentar el informe sobre el 1-O porque sus efectos podían prescribir a los cuatro años. Una prisa que no tuvo con su equivalente sobre la financiación del PP cuando estalló la Gürtel, que sí prescribió. La nota dice que sus miembros son "inamovibles". Hasta ahora sí porque, como con el CGPJ, el PP se niega a facilitar su relevo.