SO que llamamos, no sé si con mucho rigor, Latinoamérica está girando a la izquierda. El triunfo en Perú de Pedro Castillo -que pasa por ser considerado un marxista ortodoxo, aunque tiene mucho de populismo- es su última gran conquista, en la que va extendiendo su influencia. Claro que su oponente era Keiko Fujimori. Este auge del socialismo latinoamericano tiene que ver más con el habitual desastre de los gobiernos de derechas -que, cuando lo son, se van al extremo- que por el improbable éxito de su gestión en Venezuela, Bolivia o Nicaragua.