A prensa le llama "la batalla de Madrid" y lleva camino de hacerse realidad. Literalmente. La campaña de la capital del reino está -ha estado siempre- donde quería la derecha, tanto Ayuso como Vox. La ultraderecha, necesitada de elevar aún más el tono y de subir también un poco más el brazo derecho extendido con la palma hacia abajo para superar el descaro y el discurso extremista de la candidata del PP, está en su salsa. Tras el último sainete no habrá más debates. Mejor, la verdad. El facherío va a por todas. Y a por todos. El resto parece que no aprenden la lección.