ICEN que conviene tener amigos hasta en el infierno por si un día los necesitas. Yo no he llegado tan lejos, solo he entablado una relación psicofónica y amigable con algunos espectros de la antigüedad clásica, por eso de que los consejos de César, Pompeyo o Cicerón son siempre útiles. Ya sé que todos ellos murieron (asesinados) hace más de dos milenios, pero nuestro mundo en lo político apenas ha cambiado.

¿Que cómo lo he logrado? Muy fácil: gracias a un manual de espiritismo electoral que compré en Amazon. Se titula Espiritismo de Machos alfa espectrales para dummies, de Editorial Tezanos. Es muy útil para tratar con fantasmas, almas en pena, sombras y aparecidos diversos, toda la fauna de espectros de políticos que pulula aburrida a nuestro alrededor deseando que alguien los convoque para charlar un rato.

Precisamente estaba yo consultando a algunos espíritus de varones consulares de la antigua Roma sobre la situación política de la Hispania Citerior y los comicios convocados en Madrid, cuando el impetuoso Lucio Sergio Catilina, hombre de noble cuna famoso por sus conspiraciones, irrumpió con vehemencia entre las demás sombras, las hizo retirarse y se ha convertido en mi interlocutor único para el tema. Por cierto, tiene voz cazallera.

A Catilina le encantaban las campañas electorales. "Tres veces me presenté al Consulado", afirma, "pero las tres me la jugaron los corrompidos patricios que simulaban ser mis amigos, ayudados por sus innobles lacayos pueblerinos", me dice lanzando una torva mirada a la sombra de Cicerón, que sale a escape. "Y no logré ganar pese a ser quien realmente representaba a la juventud y al pueblo".

Se le nota aún dolido. Para distraerlo de sus cuitas pasadas, le pregunto sobre el Madrid de hoy, que conoce bien pues revolotea a menudo entre sus ambientes políticos radicales. El noble Catilina, tras reflexionar un poco, carraspea y adopta al responderme una voz cavernosa y un tono profético: "El cuarto día antes de las Nonas de Mayo el Destino abrirá hasta la puesta del sol una nueva puerta en vuestra República. De vosotros dependerá el cruzar o no la misma..."

Respecto a las elecciones, Catilina las cree una jugada peligrosa para todos: "Solo los locos lanzan los dados sin antes haberlos trucado. Y haberlo hecho precisamente en marzo, el primer mes del antiguo año romano, haber forzado la convocatoria de los comicios en el momento sagrado que los dioses reservan para renovar el mundo, es un mal presagio. A quien haya abierto la caja de Pandora no solo los dioses sino también los hombres le exigirán cuentas."

Catilina dice más: "Se avecinan conmociones. Sea por el fracaso de quienes han convocado las elecciones para prevenir una oculta e inminente moción de censura, sea por la derrota de quienes han provocado indirectamente los comicios al desvelarse sus pactos ocultos, nada será ya igual."

"Habrá partidos que se desvanecerán en la nada, habrá otros que deberán mudar del todo para sobrevivir, habrá líderes de los que no se volverá a oír hablar, habrá nuevos príncipes que cobrarán gran vigor y, sobre todo, habrá lugartenientes que deberán responder por sus malos consejos, y perderán su cabeza". Creo que se refiere a los asesores.

Como los espectros pueden conocer el futuro, le hago a Catilina una pregunta directa: ¿Ganará los comicios una mujer joven cuya sola mención corta la mayonesa en las tascas de la izquierda, o vencerá en ellos un varón aupado al poder que habita en un Palacio de Gobierno? Con lo de la mayonesa pone cara rara, pues a él solo le gustaba en vida la salsa de pescado podrido, pero su respuesta es digna de la Sibila: "El Destino otorgará el poder a quien sepa mirar de frente al Caos y engañar a la Quimera sacándola de su cubil."

Entiendo lo del Caos, pues lo vivimos a diario con la pandemia. Conozco también la capacidad que tienen cualquiera de los candidatos para engañar a los electores, engañarse entre ellos, engañar a sus partidos y hasta engañarse a sí mismos. Pero no tengo claro ni quién es la Quimera ni dónde está su cubil.

La Quimera... ¿Hay en esta contienda electoral alguien que haya aparecido por sorpresa afirmando ser la cabeza de un león, teniendo en realidad las escasas fuerzas de un rumiante y luciendo como adorno identificativo una larga cola de dragón? Hasta hace poco, no lo había. Catilina no quiere dar más detalles y enmudece.

Sumido en mis dudas, recuerdo el consejo del libro de Editorial Tezanos para interpretar oráculos de espíritus: "Cuando sean claros, en realidad son muy oscuros. Cuando sean oscuros, en realidad son muy claros."

De repente, intuyo quién es la Quimera. Pero entonces, ¿quién la ha engañado para que abandone su cubil y obtendrá por ello la victoria electoral? El 4 de mayo lo sabremos. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999-2019