L juez decano de Bilbao ve desproporcionado el ruido en torno al presidente de la sala contencioso administrativa del TSJPV. Yo también, pero no solo la reacción sino la causa, atribuible al propio Garrido, amparado en todo caso por la libertad de expresión. Y cree el decano que las opiniones personales del gremio no afectan a sus decisiones profesionales. Los jueces con los que he coincidido son gente muy normal. Ocurre que la otra gente normal tiene opiniones que influyen en su proceder. Un juez vale más por las opiniones que sofoca ante el baremo de la ley que por las que emite cuando se ve libre de él.