UERZA el gesto Felipe González. Tanto en el apocalipsis por los socios presupuestarios de Pedro Sánchez como en la demanda de su derecho a hablar. El expresidente español no ha regalado su silencio en el pasado a nadie más que a sí mismo. Sobre los acuerdos con EH Bildu a las cuentas de 2021, el entusiasmo de la militancia independentista lo mide su consulta: aprobación a la búlgara -91,5% de síes- pero con pocos búlgaros -un 11,7% de afiliados-. Y con ERC se pacta la previsión de estudiar una eventual armonización fiscal no concretada. No parece que tiemble España.