YER fui testigo de un alucinógeno happenning-akelarre negacionista con decenas de personas en una larga fila de coches. Muchos sin mascarilla. 'No a los "bozales". Pedían libertad. Negaban la pandemia, todo mentira. 'No a las PCR'. Tuve que salir de allí, atacado por el vómito, la rabia y la vergüenza. Copio el argumento a Xabi Larrañaga: si el virus en lugar de cebarse con los viejos lo hiciera con los niños, si viéramos bebés intubados en las UCI y desfilar atauditos blancos, cambiaríamos todos de actitud. Y los negacionistas se pondrían el puñetero bozal. Ambos.