S buena noticia que Otegi anuncie que hará en Madrid lo que no ha hecho nunca en Euskadi: apoyar unos presupuestos sin aportar impronta alguna a los mismos. Es bueno porque, o se han vuelto traidores a la causa por participar en la gobernabilidad del Estado -no lo creo- o durante décadas estaban equivocados o simplemente mentían a los suyos con sus reproches a quienes sí participaban. Otra cosa es que el anuncio coordinado entre Otegi e Iglesias sea un modo de muscular al vicepresidente. Un regalo para hinchar pecho y ejercer de padre común de las izquierdas.