L final van a ser Pablo Iglesias e Irene Montero los que no duermen tranquilos por las noches, no solo por los miserables y amenazantes merodeadores que suelen apostarse en torno a su chalé sino por sus propios compañeros de gabinete. Tampoco esta vez ni Pedro Sánchez ni Nadia Calviño han tenido a bien informar a los miembros de Podemos en el Gobierno de la operación de fusión en marcha entre CaixaBank y Bankia. No es ninguna nadería y van ya varias afrentas de similar tenor. De momento, tragan los sapos pero seguro que la vuelta está al caer.