OX la convirtió en antifaz del guerrero patrio, verde oliva y bandera cada vez más evidente al extremo derecho. Miembros del gobierno, entre ellos Sánchez, la adaptaron, color negro, mezcla de todos los primarios, cian, magenta y amarillo, como máscara del zorro que oculta la identidad salvo, eso sí, por la rojigualda en la siniestra. Y todos han ido tuneando al gusto el embozo, cual Cyclone Mckey, La Maravilla Enmascarada que hizo puritito espectáculo de la lucha libre mexicana. Habrá quien pida que caigan las caretas y quien recuerde que los ladrones se tapaban el rostro, pero ¿han visto alguna foto con ella del emérito solitario? ¡Arre, Plata!