O estaría de más que el PP (del Madrid Arena, del Prestige y de los módulos hospitalarios cerrados en la Comunidad madrileña) se pusiesen de acuerdo en dónde está exactamente la mala gestión del PNV: el candidato Iturgaitz dice una cosa y el parlamentario Barrio, otra. También habría que recordar a la candidata Gorrotxategi y al parlamentario Hernández, de Podemos, que no se puede actuar como los "monchitos" de Iglesias que se está demostrando como el ideólogo de la recentralización (que, entre otras cosas, permita financiar sus ocurrencias. Por ejemplo, la incautación de los fondos -también de los vascos- de las políticas activas de empleo). El debate continuado entre la candidata-parlamentaria Iriarte y la consejera Murga ha sido más que esclarecedor. Lo de Podemos y las residencias vascas de mayores produciría entre hilaridad y ternura, si no llega a ser por el resultado trágico. Y todo esto porque PP, Podemos y EH Bildu tienen pavor a las urnas.

Al PSOE y a Podemos, el PNV les concedió un más que generoso plazo de 14 días (a pesar de los pesares) para que siente las bases del final del "estado de alarma" utilizando los resortes legales existentes y diera cuartelillo a las comunidades autónomas (a todas sin excepción: no solo a la vasca). Por cierto, el parlamentario Hernández debería saber que la cogobernanza se hace entre gobiernos. ¡Hombre! y después de cómo ha quedado la composición de la "comisión de reconstrucción" encabezada por López y Santiago podría aplicarse aquello de "consejos vendo que pare mí no tengo". Y es cierto, el PNV la ha apoyado, pero ni es un cheque en blanco ni ha merecido un atisbo de agradecimiento de gentes como la candidata Gorrotxategi y el parlamentario Hernández. Por otro lado, los porcentajes de representación en la misma dan una pista sobre cómo deberían ser estos en la Comunidad Autónoma Vasca tras las elecciones.

Por cierto, el gran debate estaría en cómo mantener y mejorar el empleo y el estado de bienestar. Y en la profundización del autogobierno: siguen pendientes el cumplimiento íntegro de la ley l 3/1979 (Estatuto) y la actualización de los derechos históricos de los territorios forales (Disposición Adicional de esa Constitución que tanto le gusta a Pablo Iglesias).

El paso de la Comunidad Autónoma Vasca a la fase 1 dio lugar a una serie de reacciones que demuestran el nivel de algunos gobernantes. Lo de la Comunidad Valenciana produce vergüenza ajena. Sus gobernantes mezclaron salud y dinero (quiere más dinero, Monica Oltra dixit), señalaron a los vascos y, cómo no, salió a relucir el Cupo. Ximo estaba desatado. La suya es la misma comunidad del Terra Mítica, la del aeropuerto de Castellón, de los sobrecostes de Calatrava, de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, Bancaja o el Banco de Valencia, la de Fórmula I, € los desmadres citados y otros han tenido que ser "pagados" por otros, incluidos los vascos. Ni valencianos, ni andaluces han dicho nada de cómo ha sido el "paso" vasco. ¿Harían ellos lo mismo? Aitor Esteban contestó convenientemente.

¿Qué decir de los de aquí? Según un diario bilbaino, "el PSE se cobra la factura y reprocha a Urkullu sus errores al asumir el mando único". El "cobrador" era el inefable Eneko Andueza, con pinceladas de Mendia y Retortillo. En fin. Mientras tanto, el compañero Andueza se daba mus en el desbarajuste macabro del "mando único" desde la Corte y en cuestiones que afectan (por activa y por pasiva) a su cuotaparte en el Gobierno vasco. Andueza jamás habla de Zaldibar.

Lo de la "izquierda abertzale" es de hacérselo mirar. Protestaron por el acuerdo del PNV sobre la "cogobernanza", pero unos consideran que el paso con restricciones a la fase 1 se ha dado a medias. Otros que se "corre demasiado". Y así comenzaron las "movilizaciones": once sanitarios en Cruces, mientras que Ikasle Abertzalea convocaba una huelga general para€ conseguir el aprobado general. Esas cosas. Si estos último pasó en 14 horas, que no pasará en 14 días.