YA no son lo que eran. Las huelgas generales en Euskadi han tenido un calado socioeconómico y político excepcionales. Se perdió ese sentido cuando la única respuesta a la crisis de 2009 fueron una decena de huelgas generales sin efecto alguno. Ahora se anuncia una de perfil electoral que busca marcar la agenda autonómica del año que viene. No es unitaria, no es laboral y permitirá que actores que se confiesan contrapoder de las instituciones salidas de las urnas hagan su gestión patrimonial e instrumental de demandas sociales. Pero es un derecho inalienable y la decisión es libre.