ALGUIEN ha contado mal las cosas, o al menos a destiempo, en el PSE. Desde el socialismo vasco hubo alguna voz que sostenía ayer que está sobre la mesa la posibilidad de un superdomingo electoral vasco en el que, el 26 de mayo, coincidieran las municipales y forales con un adelanto de las autonómicas. La posibilidad, cierta según el calendario, era potestad del lehendakari Urkullu y una hipótesis más. Pero, a estas alturas, cuando esta semana el propio lehendakari y su portavoz, Josu Erkoreka, han aclarado que no va a ir por ahí, ya son ganas de enredar. O de protagonizar.