Finaliza tu larga etapa, personal y profesional, en la que has liderado, comprometido hasta lo más profundo de tu ser, ese hermoso proyecto que ha sido Radio Popular- Herri Irratia. Es un buen momento para expresarte mi admiración y agradecimiento. Admiración, contada en cuatro pinceladas suficientemente significativas para no irme a las tropecientas mil que se me ocurren. Al inventor del bakalao con el que tantas personas hemos celebrado los goles de nuestro Athletic, al que nos dijo que prefería el “buenismo” al “malismo”, a la persona que dejó la confortante comodidad de lo establecido por un incierto futuro en una “radio sin cadenas”, al autor de comentarios tan lúcidos como comprometidos con otro mundo posible. Agradecimiento por tu entrega y compromiso sin medir límites con una causa: la de servir a la Iglesia y a la sociedad de Bizkaia. Una Iglesia diocesana que se preguntó en asamblea: “¿Qué dices de ti misma? ¿Cuál es tu misión?”. Y fuiste, a través de la Radio y junto con otras personas, fiel y consecuente a las respuestas que allí se dieron. Una de ellas fue caminar como comunidad cristiana junto a la sociedad de Bizkaia, de la que forma parte, y acompañarla en sus alegrías, sus esfuerzos y sus lágrimas, recorriendo esa marcha al lado de las personas que caminan las últimas y por sus márgenes. La verdad que, con tu equipo, lo habéis hecho muy bien.

Gracias, Fede.