EL sobrino del rey, el tal Froilán, se fue de manifa hace quince días acompañando a ultraderechistas y otros en proceso de ultracificación en la plaza Colón de Madrid. Por la unidad de España y contra los traidores separatistas y sus amigos, lo que haga falta. Si su tío, el baranda que más manda en el país, dice las cosas que dice pasándose por el forro la neutralidad debida, la figura de árbitro y blablabla, él por qué no iba a coger su bandera, su visera y hala, a marchar con los colegas. ¿Una anécdota? Claro. Que refleja como nada la realidad de la Casa Real.