Un éxito que obliga a nuevos retos
La espectacular entrega anoche de los premios de MTV cerró de manera brillante un año plagado de grandes eventos en los que Bilbao y Bizkaia han sabido proyectarse en la exigente esfera internacional
LA celebración anoche en el BEC de la espectacular gala de entrega de los Premios EMA (European Music Awards) que organiza la cadena MTV puso el broche de oro a una semana en la que Bilbao y Bizkaia han vibrado con los diversos conciertos musicales celebrados en torno a este evento de repercusión mundial. Al mismo tiempo, estos galardones cerraron de manera brillante un intenso año plagado de acontemientos internacionales en los que nuestro territorio ha sido protagonista y ha estado en el foco de decenas de millones de personas. Un duro examen que, visto con perspectiva y tras el éxito obtenido en la organización y celebración de todos estos eventos -llevados a cabo de manera impecable y en los que no ha habido ni un solo incidente reseñable-, ha colocado a Bilbao y a Bizkaia al nivel de las grandes ciudades del mundo. Y lo más importante, proyecta a futuro al territorio y a su capital en la esfera internacional más exigente como epicentros de indudable atracción económica, cultural, deportiva y turística. Durante este intenso 2018, han tenido lugar en nuestro entorno acontecimientos como la entrega de los premios a los 50 mejores restaurantes del mundo, una vibrante etapa de la Vuelta ciclista, las emocionantes finales de la Champions Cup y la Challenge Cup de Rugby con su imponente lección de deportividad, el espectacular circuito de saltos extremos de los mejores clavadistas y, como colofón, los premios de MTV, sin olvidar un sinfín de congresos, seminarios, festivales y actos de todo tipo. Todo ello supone un importante revulsivo para Bizkaia y su ciudadanía. Significa no solo colocarse en el mapa internacional, sino que ha sido una oportunidad de oro que se ha sabido aprovechar para generar actividad económica y, por tanto, riqueza que de una u otra manera redundará en la mejora del bienestar de la ciudadanía. El importante reto, por tanto, que suponía acoger tantos eventos de primer nivel como los que han tenido lugar este año ha sido superado con nota. Ahora, tras el disfrute y la satisfacción por el trabajo bien hecho, toca poner en valor lo conseguido y, sobre todo, reflexionar con realismo pero también con ambición de cara al futuro. Bizkaia y Bilbao no pueden paralizarse por el éxito. Deben seguir proyectándose hacia dentro y hacia fuera, fortalececiendo los lazos institucionales, económicos y comerciales para afrontar nuevos y aun mayores retos a nivel global.