Con los taxistas
Que sepas que siempre quiero verte, estar allí contigo en el Partenón y en las tascas de los pueblos bebiendo vino y bailando. Más ahora, que los dioses malos quieren que ardas por los cuatro costados. Si algún canalla ha prendido fuego intencionadamente quemando casas y coches con niños dentro lo encontraremos; y Saturno se lo comerá vivo. Me han dicho que hay muertos por todas partes. Los que nos sentimos griegos no nos acostumbramos a los muertos a pesar de que la historia nos los ha brindado de todas las formas. Los héroes por defender tus muros son nuestros muertos. Los muertos a traición, más todavía. Atenas, casa nuestra, desde el fondo de nuestro corazón, dolido de espanto, te queremos más allá de la muerte. “Hay un río amargo dentro de mí”.